¡Pa’ que sepas! ¿A qué se refiere cuando decimos el “cuerpo” de una cerveza?
Bienvenido/a de nuevo a ¡Pa’ que sepas!, tu serie rápida y clara para entender el lenguaje de la cerveza artesanal. Hoy vamos a explicar de manera sencilla que significa cuando hablamos del “cuerpo” de una cerveza.
El cuerpo de una cerveza es cómo se siente en la boca: puede ser ligero, medio o lleno. No se trata del color ni solamente del alcohol —es la textura y el “peso” en el paladar.
Cómo se percibe:
Ligero: refrescante y seco, pasa rápido. (Por ejemplo: Pilsner, Kölsch)
Medio: algo más redondo y suave. (Por ejemplo: Vienna/Amber, Pale Ale)
Lleno: cremoso, denso, sedoso. (Por ejemplo: Porter, Stout, Barleywine)
¿Qué factores aportan al cuerpo de una cerveza?
Aportan:
Malta y dextrinas: suman “peso” en boca.
Avena/trigo: aportan proteínas que dan textura sedosa y mejor espuma.
Alcohol: añade volumen y sensación de calidez.
Atenuación de la levadura: menos atenuación implica más azúcares residuales y, por lo tanto, más cuerpo.
Modulan (cómo se percibe):
Carbonatación: fina o baja, es igual a más cremosa; alta es igual a más ligera.
Temperatura de servicio: muy fría “aprieta” el cuerpo; a la temperatura adecuada se siente más redondo.
Entender el cuerpo te ayuda a escoger mejor y disfrutar más cada estilo.
Vamos a ponerlo de esta manera. Las cervezas de cuerpo ligero son perfectas para los días calurosos, mientras que las de cuerpo medio o lleno son ideales para la noche o días más frescos.
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